¡HOLA!
En este post te vamos a contar sobre LA HUERTA de la que quizás sea tu institución educativa. Actualmente se encuentra en desarrollo y te vamos a contar en esta primera entrada sus inicios.
En el 2016 al aventurarnos con estudiantes de labor social de la época buscando botellas plásticas para realizar canecas.
Nos encontramos con este espacio cuyo concepto por los estudiantes era «El Cementerio».
Cuya entrada era una travesía de residuos que ocultaba el gran potencial y un impacto positivo para los estudiantes.
LA HUERTA Y EL CENTRO DE ACOPIO
Fue una propuesta presentada a la licenciada Elda Mireya Angulo Medina en el año 2017.
Sin embargo, sus inicios no fueron los esperados, se presentaron muchas complicaciones que alteraron el cronograma de actividades. El paro cívico, los recursos y el clima fueron determinantes en el desarrollo inicial de nuestra huerta.
EL CENTRO DE ACOPIO:
Pensado para clasificar, separar y resguardar temporalmente los residuos sólidos generados durante el año académico.
En su ejecución conto con la participación de estudiante de grado 10° y 11° de la época.
¡Los mejores constructores que hemos tenido hasta la fecha!
Contamos con el apoyo de los coordinadores del establecimiento; cuyo aporte por parte del licenciado Hermes Froilán Garcés Anchico fue esencial para realizar la remoción y limpieza del espacio.
En su poder solo contaba con tres palas, un barretón y un machete; las demás herramientas que poseía la institución educativa se desconocían los sitios donde se guardaban.
Con la gestión realizada por la coordinadora Nubia Mercedes Arteaga Marines se lograron los recursos para; la compra de un rollo plástico para la cubierta, las barras para la estructura y los cuartones para el cerramiento.
Además, se lograron comprar herramientas: dos picas, dos azadones, una carretilla, dos escobillas, guantes, y otros instrumentos para realizar las actividades.
En los diseños se logró aprovechar la estructura que años anteriores fue realizada durante unas capacitaciones a un grupo de mujeres.
Una vez concluida la construcción del centro de acopio se iniciaron los trabajos de labranza y limpieza para avanzar en la huerta.
Descubrimos que el terreno contaba con una capa de tierra buena para la siembra, la cual fue esparcida durante la capacitación realizada con la CVC (Corporación autónoma regional del Valle del Cauca), donde se sembraron, varias plantas para su cosecha tales como pepino, papa china, ají, cimarrón, albahaca, hierbabuena.
La primera dificulta, es que la tierra estaba mezclada con kilos de residuos sólidos arrojados atreves de las ventanas de los salones por los estudiantes, que al día de hoy todavía existe esa problemática.
Esto nos llevó a realizar un proceso de tamizado de la tierra que se retiraba; con la finalidad de aflojar el suelo y realizar las camas para poder sembrar.
Sin embargo, el proceso fue mucho más lento, pero con el propósito de tener mejores resultados.
En la primera cama nos topamos con una cantidad de piedras impresionante; que aparte de demorar la actividad de labranza la convirtieron en un proceso agotador.
Afortunadamente solo fue una sección de la huerta y logramos avanzar un poco más terminando el año lectivo. Así finalizó el primer año de la hurta en la institución educativa francisco José de caldas.